Asonancia primera
Perdidos en la cascada,
toco tu mejilla rosada,
y con un beso, atrapada,
entre la hierba, excitada.
Palpo tu silueta en la almohada,
y me dices, de amores cansada,
que temes quedar atrapada
en mi perpetua mirada.
No, te digo, mi amada,
no temas mi entrada
en tu rosa de madrugada
que corona nuestra llegada.
Suspiras calmada,
y te sientes privilegiada
en la primera jornada
perdidos en la cascada.